De bloqueos también se escribe

Cualquiera puede escribir, y se puede escribir sobre cualquier cosa. De eso te hablaba en esta entrada. Hoy, releyendo los apuntes que voy haciendo en mi cuaderno, esas pequeñas ideas que surgen cada día para la novela que estoy escribiendo (intentando escribir), me encontré con algunas páginas de escritura catártica. 

Julia Cameron, la autora de dos libros que tuve el placer de leer (El camino del Artista y El Camino del Escritor), que si queremos despertar nuestra creatividad dormida, debemos necesariamente poder sacar la basura de nuestra cabeza cada día, antes de poder encontrarnos con esa idea-gérmen. Y para poder sacar la basura, propone sus famosas "páginas matutinas", una especie de escritura catártica que nos permite poner sobre el papel todas las palabras que pululan en nuestra cabeza y no nos permiten pensar con claridad. 

Muchas veces, cuando no sé sobre qué escribir, o cuando la idea que tengo en mente no logra formar algo coherente, simplemente me siento y escribo. Y eso me deja ver qué era lo que me tenía tan distraída, tan angustiada, tan perdida y presa de mis demonios. 

Este pequeño texto que viene a continuación, fue la basura que logré sacar una mañana el 13 de abril del 2022, y que hoy me encontré en mi cuaderno de apuntes, antes de escribir sobre lo que realmente quería escribir. 

A veces, el bloqueo. 

Y la necesidad de escribir, que no es lo mismo que el deseo. 

La mente se llena de burbujas, 

el tiempo a destiempo, 

la sensación de inutilidad. 

Nada toma forma, 

todo se mutila en mi ser caótico. 

Duermo. 

Y, cuando despierto, 

quiero solamente dormir. 

Me pierdo a mí misma en mi propio laberinto. 

Mi escritura se esfuma, 

dejo de existir, 

me avergüenzo: 

no soy hábil, 

no soy hábil, 

no soy hábil

para la vida...

Apenas para sobrevivir. 

Y no siempre. 

Gracias por leerme 💕

Mónica